Historias de amor

– Vengo por una promesa…por una promesa que mi mujer en su lecho de muerte me hizo hacer.

«Javi, no quiero que estés sólo. Quiero que encuentres a una persona que te haga feliz, me dijo, así yo me voy tranquila y en paz».

En ese momento Javier se rompe y se tapa la cara.

– Y por eso estoy aquí. He pasado tres años muy malos, pero creo que es el momento de cumplir la promesa que le hice a Maite.

(Historias de la agencia matrimonial Lazos)

Las historias de amor nos enganchan y eso es algo que la literatura y el cine saben muy bien explotar.
Vamos a analizar cómo enfocan las historias de amor en cine y literatura a la pareja, qué papel asignan a cada uno y cuál es el mensaje que nos quieren transmitir.

Las novelas llamadas “rosas”,

A pesar de su reputación de ser pesos ligeros de la literatura, están repletas de tramas sobre la guerra de sexos y son tan dramáticas y complejas como la vida real. La diferencia es que las novelas románticas acaban bien y sus protagonistas son felices para siempre.

Este tipo de literatura está dominado y dirigido por y para mujeres y lleva consigo el estereotipo de que son las mujeres desdichadas en el amor las que eligen esta literatura para fantasear y evadirse de su triste realidad.

Actualmente esto no es así.

Hay novelas románticas increíbles, actuales y muy feministas que se publican en sellos literarios “no-románticos” para esquivar esta clase de prejuicios y quizá llegar a más lectores.

También hay novelas románticas que son súper ventas, pero incluso éstas muy pocas veces aparecen en la prensa con el mismo respeto que lo hacen historias de otros géneros, como por ejemplo la novela negra o la poesía.

Por ejemplo y bajo la mirada estereotipada, ¿consideraríamos La Regenta de Clarín o Fortunata y Jacinta de Galdós, dirigidas sólo a mujeres desdichadas?

Las comedias románticas son uno de los géneros más exitosos del séptimo arte,

Esto parece que se debe a que mezclan dos ingredientes básicos el hacer reír y contar historias de amor.

En estas comedias también nos solemos encontrar con personajes normales, con sus imperfecciones y con los que nos identificamos (diario de Bridget jones) y que al final consiguen vivir una historia de amor que nosotros anhelamos y nos hace coger esperanza en que en nuestra vida pueda ocurrir algo así.

Esto parece que se debe a que mezclan dos ingredientes básicos el hacer reír y contar historias de amor.

En estas comedias también nos solemos encontrar con personajes normales, con sus imperfecciones y con los que nos identificamos (El diario de Bridget jones) y que al final consiguen vivir una historia de amor que nosotros anhelamos y nos hace coger esperanza en que en nuestra vida pueda ocurrir algo así. Este tipo de cine es consumido mayoritariamente por mujeres y dentro de este grupo por mujeres que están pasando por un momento sentimental bajo.

Pero ya hay voces que nos muestran la cara B de las comedias románticas y es sobre los valores que éstas transmiten. La mujer parece que sólo puede estructurar su vida y encontrar la felicidad a través del amor.

Veamos los siguientes ejemplos: si nos fijamos en «Grease», Danny es completamente machista y Sandy termina cambiando con tal de estar con él. Si bien Danny estaba dispuesto a ceder, prefiere dejar que Sandy se convierta en una chica mala antes que transformarse en el hombre que ella merece. Los mismos estereotipos encontramos en la española “Tres metros sobre el cielo”. Por su parte, «Pretty woman» aunque es considerada una magnífica historia de amor en la que un millonario se enamora de una prostituta, debemos tener en cuenta que en todo momento Edward ve a Vivian como un objeto al que puede comprar, incluso cuando ya está enamorado de ella.

Pero para historia de amor real la siguiente:

Eran finales de los 90 y Javier llora la muerte de Maite en su Éibar natal. Después de 30 años de matrimonio y sin hijos, los últimos 9 meses habían sido los más increíbles de su vida. Tras diagnosticarle un tumor cerebral repentino y mortal, Maite propone a su marido vivir los últimos meses de su vida juntos, recorriendo mundo y viviendo intensamente su amor. 30 años resumidos en 9 meses de conocimiento, placer, e intensidad plena. Javier no sabe por qué llora, por pena, por miedo,…por gratitud. Por gratitud a la vida que le había hecho conocer a una mujer tan increíble como Maite. Ya casi en el final le hace prometer que no se va a quedar solo, que debe buscar una mujer a la que amar nuevamente, que ella le espera en el cielo, pero que debe buscar su propia felicidad y no amargarse en soledad. Pasan tres años y Javier se acuerda de la promesa hecha a su esposa y sin ninguna ilusión, pero con una soledad tremenda, decide acudir a la agencia matrimonial Lazos. En su tercera cita aparece Carmen. Soltera, un poco más joven que él, con poca suerte en el amor… y el flechazo surge. Javier y Carmen se ilusionan como adolescentes, él sin creerlo empieza a sentir que la vida le sonríe nuevamente. Son 6 meses de pasión y enamoramiento, pero una tarde soleada la radio da una noticia terrible, dos fallecidos y un herido crítico, ciclistas, en la carretera de Durango. Carmen acude al hospital rápidamente y pasa las últimas horas con Javier. Y recuerda ella posteriormente y posiblemente el resto de su vida, sus palabras. “Gracias porque me marcho feliz de haber vivido contigo mis últimos meses. No hay mejor final, no llores por mí y ahora que conoces la felicidad búscala. Me voy tranquilo”.

 

Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida (Pablo Neruda)

 

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